Fracaso total de Vox en Galicia que ahonda su crisis interna

Vox ha sufrido un nuevo revés en las elecciones gallegas, consolidando a Galicia como un territorio impracticable para sus aspiraciones políticas. A pesar de las esperanzas de mejora y los discursos lanzado desde el partido, Vox ha repetido un mal resultado electoral, similar al de 2019, no obteniendo representación en el Parlamento gallego y quedando muy por debajo del 5% de los votos. Este resultado sigue la línea decreciente marcada primero por las elecciones autonómicas de 2023 (donde el partido obtuvo un mal resultado en comparativa a los anteriores generales, quedando opacado por el buen resultado del Partido Popular) y que se confirmó en las elecciones generales de julio de 2023, donde la formación se dejó 19 escaños desde su máximo de 52.

Así, Galicia es conocida como el «territorio maldito» para los de Abascal. Vox en Galicia tiene allí su agujero negro particular, donde sus esfuerzos por ganar terreno político han sido continuamente frustrados en las urnas. A pesar de las esperanzas de lograr un avance, especialmente en las provincias de La Coruña y Pontevedra, los resultados finales han revelado que el apoyo electoral de Vox sigue siendo insuficiente para superar la barrera electoral del Parlamento gallego. Aún sin ella, la formación se ha quedado muy lejos, obteniendo un 2,19% de los votos (32.500 votos). Un nuevo fracaso en las horas más bajas de la formación ultraderechista.

Vox en Galicia: Abascal evita la autocrítica

La prensa esperaba expectante el análisis de Santiago Abascal del resultado de Vox en Galicia y han sido una oda a evitar culpas. En estas declaraciones, Abascal ha expresado su decepción y evitado las felicitaciones, si bien señala el crecimiento de su formación (que pasa del 2,05% de 2020 al 2,19% actual) y atribuye el crecimiento del nacionalismo a las políticas del Partido Popular en Galicia. Ha destacado la importancia de seguir luchando en la región y prometido que Vox participará activamente en futuras elecciones gallegas. Además, criticó la ley electoral, argumentando que perjudica a formaciones como la suya, que luchan por abrirse camino en un sistema político dominado por los partidos establecidos.

Ignacio Garriga, secretario general de Vox, respaldó las palabras de su líder y reiteró el compromiso del partido con Galicia, señalando la determinación de seguir trabajando para alcanzar los objetivos políticos en la región.

En definitiva, una ausencia de autocrítica ante una formación que no levanta cabeza desde el abandono de Macarena Olona en 2022. Un mal resultado que era esperable para la formación y que hizo que Abascal adelantase el conclave de la formación, la asamblea general, para reelegirse líder y blindarse cinco años más en el poder absoluto de Vox, anticipándose a que un mal resultado espolease a los cada vez más numerosos críticos internos.

Elecciones Gallegas: victoria del PP, alza del BNG y fracaso de la izquierda estatal

A pesar del fracaso de Vox, la derecha mantendrá el poder en Galicia gracias a que el Partido Popular ha logrado mantener su mayoría absoluta, consolidando su posición como fuerza dominante en la región. Ha obtenido 40 escaños y un 47,36% del voto, perdiendo 2 respecto a los anteriores comicios. El Bloque Nacionalista Galego (BNG) ha experimentado un crecimiento significativo, siendo uno de los ganadores de la noche, consolidándose como la principal fuerza de la oposición y reflejando el fortalecimiento del nacionalismo gallego. El BNG ha obtenido 25 escaños, 6 más que los anteriores y un 31,57% del voto. Los socialistas, en cambio, han sufrido una derrota histórica, registrando su peor resultado en la historia de Galicia. Obtienen 9 escaños, 5 menos que los anteriores, con un 14,04% de los votos.

Un momento excéntrico lo ha marcado la entrada al Parlamento gallego de Democracia Ourensana, liderada por el polémico Gonzalo Pérez Jácome, una sorpresa destacada en estas elecciones. Obtienen 1 escaño con el 1,03% de los votos por Ourense.

Los peores resultados, sin embargo, han sido los de Sumar y Podemos, que han firmado un resultado catastrófico. La formación de Yolanda Díaz, encabezada en el territorio por Marta Lois, no ha obtenido representación, sumando tan solo un 1,9% de los votos. Un número muy debajo del obtenido por Galicia en Común, cuando la coalición morada se quedó fuera del Parlamente gallego. El resultado de Podemos ha sido residual, al no obtener representación y reunir el 0,36% de los votos. Un muy mal resultado de la izquierda alternativa estatal que deberá replantearse sus estrategias y acciones si quiere pervivir.

Lo mismo que Vox en Galicia y en todo el territorio estatal, con la formación ultraderechista navegando su propia crisis sin ver tierra en el horizonte.