Steve Bannon, exasesor de Trump e ideólogo de la nueva derecha radical, se entrega al FBI y posteriormente queda en libertad
Una jueza de Estados Unidos ha ordenado este lunes que se libere al estratega político ultraderechista Steve Bannon, quien fue aliado y asesor del expresidente estadounidense Donald Trump durante la campaña electoral de 2016, horas después de que se hubiera entregado al FBI. No obstante, se le ha retirado el pasaporte para evitar que se fugue del país.
Steve Bannon, de 67 años, se había entregado al FBI después de que el viernes fuera imputado de dos cargos de desacato al Congreso. Esto vendría propiciado tras no haber respondido a unas peticiones para testificar y por no entregar unos documentos al comité legislativo que investigaba el asalto al Capitolio del 6 de enero.
A la salida de la corte, en la capital de EEUU, Bannon se ha mostrado desafiante y con el dedo en alto a modo de advertencia ha asegurado que: «¡Esta vez se han metido con el tipo equivocado!».
Posteriormente, ha acusado al actual presidente estadounidense, Joe Biden, al fiscal general, Merrick Garland, y a la presidenta de la Cámara de Representantes de EEUU, Nancy Pelosi, de estar violando su libertad de expresión.
No habiendo sido suficiente, en varias ocasiones, ha repetido con tono desafiante: «Ahora vamos a ir a la ofensiva, ya verán».
Al ser preguntado por los periodistas por el significado de sus amenazas, el abogado de Bannon ha matizado que van a ir a la «ofensiva» porque defenderán «afirmativamente» sus derechos en las cortes americanas.
Steve Bannon, el ideólogo caído de la alt-right
Bannon, que fue el arquitecto de la campaña electoral de Trump en 2016, también se ha mostrado combativo con la prensa cuando se ha acercado a entregarse a primera hora del día a las oficinas del FBI en Washington. Antes de entrar, ha declarado que su objetivo es claro: «derribar el régimen de Biden».
Después de entregarse al FBI, Bannon ha pasado unas horas en custodia federal y comparecido ante la jueza Robin Meriweather de la Corte del Distrito de Columbia.
En la vista, la Fiscalía no ha pedido prisión preventiva para Bannon y la jueza ha decidido ponerle en libertad a la espera de juicio con las condiciones comunes en estos casos: retirada del pasaporte para evitar la fuga de EEUU y la condición de que notifique con anterioridad a las autoridades judiciales de cualquier viaje dentro del país que pudiera llevar a cabo.
Además, si quiere viajar fuera de EEUU, debería recibir la aprobación de un juez y solo entonces se le devolverá el pasaporte.
La próxima comparecencia judicial de Bannon será el próximo jueves a las 11:00 hora local (16:00 GMT), pero será de manera virtual, tras la petición de esta modalidad por parte de sus abogados.
Esa comparecencia será ante el juez del Distrito de Columbia, Carl J. Nichols, que fue nombrado por Trump. Cada uno de los cargos que se le imputan a Bannon trae consigo una pena de entre 30 días y un año de prisión, así como una multa de entre 1.000 y 100.000 dólares.
La imputación formal de Bannon se produjo el pasado viernes después de que el 21 de octubre la Cámara de Representantes de EEUU declarara en desacato al estratega ultraderechista por negarse a comparecer ante el comité que investiga el ataque al Capitolio del pasado 6 de enero.
El comité quería que Bannon testificara porque cree que tenía algún conocimiento previo sobre lo que iba a ocurrir ese 6 de enero, cuando el Congreso tenía previsto certificar la victoria electoral de Biden y Trump había convocado una protesta cerca de la Casa Blanca.
Ese día, unas 10.000 personas (la mayoría simpatizantes del expresidente Trump) marcharon hacia el Capitolio y unas 800 irrumpieron dentro del edificio para impedir que se ratificara la victoria de Biden. Cinco personas murieron y cerca de 140 agentes fueron agredidos por manifestantes partidarios de Trump.
Enlaces y fuentes:
– Foto de portada: Steve Bannon. Autor: Gage Skidmore, 23/02/2017. Fuente: Flickr (CC BY-SA 2.0)
Graduado en filología hispánica y futuro profesor de secundaria. Apasionado por la política, la sociología y la educación. Convencido de que con la política y la educación se puede cambiar el mundo. Amante del rigor informativo y del análisis de datos para combatir las «fake news»