El Pentágono borró los mensajes a móviles de altos cargos sobre el asalto al Capitolio al irse Trump

El Departamento de Defensa de Estados Unidos, más conocido con el nombre de Pentágono, borró el contenido de los teléfonos móviles tanto de altos mandos de las Fuerzas Armadas como de civiles del ejército en los últimos días del Gobierno de Donald Trump, lo que incluye cualquier referencia al asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021, y por el cual el ex presidente está siendo investigado por el Congreso para esclarecer cual fue su implicación, que por el momento parece que fue protagonista.

La American Oversight ha presentado una demanda contra el Departamento de Defensa y el Ejército en base a la Ley de Libertad de Información en un intento de esclarecer los hechos alrededor del asalto al Capitolio permitiendo el acceso a estos mensajes.

Sin emabrgo, medios como la CNBC o la CNN, que han asegurado que en este borrado de mensajes se incluyen personalidades como Kash Patel, el anguo jefe de personal; el que fuera secretario del Ejército Ryan McCarthy; o el mismo secretario de Defensa, Chris Miller. Los tres poseen competencias que los convierten en testigos muy importantes para comprender cómo fue la respuesta del ejecutivo al asalto al Capitolio, así como su papel en la reacción del propio Trump. De hecho, los tres fueron partícipes del envío de la Guardia Nacional al edificio, orden que, según un jefe militar, se dio demasiado tarde y en la que Trump no estuvo implicado.

En consecuencia, la organización sin ánimo de lucro ha pedido al Departamento de Justicia que abra una investigación sobre quién y por qué decidió la destrucción del material, si bien parece que estos tres altos cargos no dieron esta orden. Según declaro su directora, Heather Sawyer, a medios como CNN, no entiende como se ha podido permitir el borrado de mensajes en un día como ese.

Precedentes más allá del Pentágono

No es la primera vez que, en todo este proceso de investigación, se borran mensajes relacionados con el asalto al Capitolio. El pasado 21 de julio, el Departamento de Seguridad Nacional comenzó a investigar por la vía penal una serie de mensajes borrados que agentes del Servicio Secreto habrían enviado el día del incidente. El propio Servicio Secreto concluyó que estos mensajes eran irrecuperables.

Paralelamente, el comité del Congreso que investiga los sucesos del Capitolio cree que este borrado de mensajes se hizo cuando se migró el sistema informático y que no se respetaron los procedimientos para conservar los contenidos según la Ley Federal de Registros.

Un pequeño indicio más que se suma a la montaña de incongruencias y pruebas que apuntan a una planificación del asalto al Capitolio donde no solo el ex presidente pudo estar implicado, sino también personas tanto del ámbito civil como del institucional.