Tamara Falcó y su participación en el Congreso Mundial de las Familias
En la última semana, la marquesa Tamara Falcó ha causado una gran indignación en redes sociales tras su intervención en el Congreso Mundial de las Familias celebrado el pasado fin de semana, donde afirmó que “ahora estamos viviendo un momento muy complicado para la humanidad” dado que “hay tantos tipos distintos de sexualidades” y por tanto distintos sitios desde donde “se puede ejercer el mal”.
Tamara Falcó es la tercera hija del aristócrata Carlos Falcó, Marqués de Griñón y la cuarta de la celebridad Isabel Preysler. Durante la década pasada, participó en diversos programas de televisión, destacando sus apariciones en El Hormiguero, late night dirigido por Pablo Motos. Ya en 2019, volvió a ser fuerte su imagen pública tras ganar programa MasterChef Celebrity. Heredó el título nobiliario de su padre tras el fallecimiento de éste durante la pandemia y en los últimos meses ha protagonizado diversos programas del corazón tras separarse de su pareja por una infidelidad. Además, en algunas de sus declaraciones de los últimos años ha mostrado abiertamente su fe en el catolicismo.
Con esta carta de presentación, el Congreso Mundial de las Familias la escogió como una de sus invitadas estrella para la edición de 2022, que se celebró en Ciudad de México. Su participación en el evento, conocido por su discurso ultraconservador, fue fruto de una estrategia de los organizadores para obtener una mayor visibilidad al tiempo que pretendían reducir el rechazo del conjunto de la sociedad y combatir su imagen vinculada con la ultraderecha invitando a celebrities que puedan contar con un fuerte apoyo social.
Esto no es ninguna novedad, dado que en ediciones pasadas contaron con otras personalidades reconocidas como Luis Alfonso de Borbón, bisnieto del dictador Francisco Franco, quien participó en la edición de 2019 como orador VIP.
Por lo que hace a la intervención de Tamara Falcó, encontramos en ella la repetición de múltiples consignas ultracatólicas que convergen perfectamente con los discursos de odio hegemónicos durante todo el fin de semana. Orgullosa de estar ahí, afirmó tener muy buen equipo y discernir “qué proyectos escoger”, cargando contra las críticas añadiendo que “en este mundo es muy fácil caer en gustar al resto” pero que su propósito en la vida es “llegar al cielo”.
Durante su ponencia, la marquesa hizo un repaso a su vida religiosa desde sus inicios hasta la actual pasando por los momentos que consideró clave, hablando de su carácter autodidacta y haciendo hincapié por su pasión por el catolicismo.
Según informaciones del periódico El Español en las que citan como fuente a Laura Fa, su hermana, Ana Boyer, habría aprovechado la polémica de la marquesa para aumentar su caché en un 50%, de 10.000 a 15.000 euros por su aparición pública.
En los últimos días, han sido muchas las personalidades que han manifestado públicamente su rechazo a las declaraciones de Tamara Falcó. Entre ellos, el presentador de televisión Jorge Javier Vázquez, quien respondió añadiendo que Falcó “no sabe el daño que puede causar con esas palabras desde esa situación privilegiada que ha vivido desde que nació”. Además, cargó contra la marquesa al señalar que le parecía “totalmente hipócrita que nos pretenda vender esa imagen de cristiana católica comprometida cuando su mundo es frívolo», pegado a las marcas y pegado al lujo, cosa que no es lo que dice la religión católica, dado que “ha hecho un discurso del odio y ese tipo de discursos hay que cortarlos de raíz”.
Su contestación prosiguió afirmando que el mundo era un lugar peor por gente como ella, que “demoniza una libertad de expresión y una sexualidad que no es la que tiene”. Finalmente, pidió a la marquesa reflexionar dado que a su juicio se ha convertido en “un elemento muy nocivo y dañino para la sociedad”
No obstante, más allá del rechazo a las palabras de Tamara Falcó, también se debe señalar al Congreso Mundial de las Familias, dado que se trata de una de las cumbres ultraderechistas más importantes del mundo.
¿Qué es el Congreso Mundial de las Familias?
El Congreso Mundial de las Familias (WCF, World Congress of Families, por su nombre original en inglés) es una organización de origen estadounidense nacida en 1997 que sirve como espacio común para el pensamiento ultraconservador, estando presentes en pasadas ediciones líderes ultraderechistas como Matteo Salvini (La Liga, Italia), Giorgia Meloni (Hermanos de Italia) o Viktor Orbán (Fidesz, Hungría), además de personalidades ultracatólicas de multitud de países.
Entre las políticas que defiende esta organización destacan el rechazo al matrimonio homosexual, al aborto y a la adopción homoparental, además del apoyo a una sociedad construida sobre los pilares de la familia tradicional, que son “la unión voluntaria de un hombre y una mujer de por vida en la alianza del matrimonio”.
Estos posicionamientos han provocado que diversas asociaciones en defensa de los derechos humanos hayan señalado su peligrosidad por su tremenda influencia en la “exportación de odio”, tal y como indicó el colectivo Human Rights Campaign, además del Southern Poverty Law center, quien en 2014 la incluyó en su lista de “grupos de odio” por su lucha militante contra los derechos de las personas LGTBIQ+.
Tal y como señala Nuria Alabao, el Congreso Mundial de las Familias sirve como “motor de la producción discursiva” de la ultraderecha en materia de derechos. Otros académicos como David Paternotte señalaron la utilidad de estos encuentros para definir la agenda. Además de esto, entre sus objetivos también tiene el contribuir a tejer alianzas estratégicas entre organizaciones de diversos países, así como posibilitar la coordinación y la financiación de estos grupos de ultraderecha. Es posible incluso considerar su rol de lobby, dado que en ocasiones han colaborado con Gobiernos para la aprobación de leyes, como fue el caso de Rusia en 2013 tras aprobar una ley que recortaba los derechos LGTBIQ+ en materia de publicidad y visibilidad.
También destaca su influencia en África, donde han conseguido paralizar avances sociales e impulsar reformas reaccionarias como las que legalizaron la pena de muerte a personas del colectivo LGTBIQ+ en Nigeria y en Uganda.
En cuanto a la cuestión de la financiación, el Congreso Mundial de las Familias cuenta con poderosos contactos entre las oligarquías de todo el mundo, como por ejemplo el entorno de Vladimir Putin en Rusia. Por ejemplo, la asociación ultracatólica y pantalla de la secta El Yunque, Hazte Oír, forma parte de la organización a través de su marca internacional, Citizen Go, que cuenta a su vez con el apoyo de oligarcas rusos cercanos al Kremlin. De hecho, uno de los patronos de Citizen Go es Alexey Komov, mano derecha de Konstantin Malofeev, el conocido como Oligarca de Dios y una de las figuras clave en el nexo que une la extrema derecha europea con la rusa.
Así, se trata de una organización ultraconservadora que pretende dar “la guerra cultural” amparándose en la defensa de la familia y del catolicismo, pero con consecuencias muy concretas en las vidas de colectivos vulnerables.
Entre los organizadores de este año están Red Familia, Familia Unida, Juntos por México, la Federación de Asociaciones de Padres y Amigos de Centros Educativos, la Confederación USEM, la Unión Nacional Cristiana, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos días, la International Organization for the Family y el Global Center for Human Rights.
Tal y como se puede comprobar al entrar en sus sitios web oficiales, todas ellas tienen una evidente ideología ultraderechista, si bien no la hacen explícita de una forma política sino que la presentan como defensa de determinados valores o instituciones que estarían en riesgo o atacadas. Así, presentan al catolicismo y a la familia tradicional como víctimas de las políticas de izquierdas y del globalismo y, por tanto, se presentan a sí mismo como una especie de defensores de ideales y creencias beneficiosas para la sociedad que se están perdiendo. Es decir, es el mismo discurso que agitan hoy en día los principales partidos políticos y líderes de extrema derecha, como Vox en España, Agrupación Nacional en Francia, etc.
Por lo que hace a su historia, el Congreso Mundial de las Familias tiene su origen en la Organización Internacional para la Familia, conocida originariamente como The Howard Center for Family. Como muchos de los grupos ultraconservadores más activos de la actualidad, esta organización nació en Estados Unidos y fue fundada por activistas fundamentalistas de clase alta, que contaron con el capital suficiente como para impulsar este colectivo y hacer que paulatinamente ganara peso hasta asentarse como una de las “internacionales ultraderechistas”, una alianza que cada vez ha tenido más peso y fuerza.
Entre los elementos que dieron origen al Congreso Mundial de las Familias hay dos que destacan sobre el resto: el temor a la crisis demográfica y al desmembramiento de la familia tradicional y sus valores.
Así, algunos de sus promotores, como Tucker Carlson, quien trabajó para la administración de Ronald Reagan, señalaron como culpables de la reducción de la natalidad a las políticas feministas que empezaron a extenderse hace aproximadamente medio siglo. En consecuencia, para ellos, detrás del “invierno demográfico” se encuentra la legalización del aborto o del divorcio, además de un relajamiento de los valores propios de los matrimonios católicos y una liberalización de la sexualidad. También culpan al “lobby LGTBIQ+” por promover valores antinatalistas y contrarios a la familia “convencional”.
Por tanto, vinculan la disminución de la natalidad con la decadencia de las vidas familiares tradicionales y afirman la familia como unidad principal de la sociedad y como sujeto político al que apelar en cualquier sistema político y económico que pretende mantenerse en el tiempo, dado que los que vayan en dirección contraria serán “contra natura” y fracasarán tarde o temprano. A pesar de que no existe un posicionamiento económico homogéneo en su totalidad, sí es común la defensa de la propiedad como condición de posibilidad de la producción y reproducción de las familias.
En este sentido, sus tesis llevarían probablemente a un debilitamiento del Estado Social y Democrático de Derecho no solo por la vía de la vulneración de derechos anteriormente planteada sino también por la paulatina sustitución de las políticas de protección propias del Estado de Bienestar por una red de cuidados familiar que, si bien puede ser real en algunos casos, es inexistente en muchos otros.
En cuanto a su primera conferencia, ésta fue ya hace 15 años en Praga, y en la Declaración que hicieron por este mismo evento se señalaba como culpables de la situación actual a las “Naciones Unidas, sus ONGs y sus agentes”. Este discurso señalando como responsables de todos los males a “las élites globalistas progres” ha sido asumido por la extrema derecha actual, siendo ejemplos de esto Vox cargando contra la OMS durante la pandemia o a Meloni culpando de la mala situación social en Italia a los “burócratas de Bruselas”.
En lo referido a la vinculación de España en el Congreso Mundial de las Familias, cabe destacar que su socio más fuerte en el país es precisamente el grupo ultracatólico Hazte Oír, conocido principalmente por sus campañas tránsfobas. En 2012, cuando se celebró en Congreso en el Estado español, fueron los principales organizadores del encuentro gracias a la financiación recibida de grandes empresas y multimillonarios.
Este año han vuelto a asistir como parte de la delegación española, dado que su líder, Ignacio Arsuaga, acudía como ponente. En su intervención, atacó a la “ideología woke” e incidió en el rol de víctimas señalado anteriormente al afirmar que “el pensamiento progre-laicista… ha ganado la mayoría de las batallas desde hace años hasta… convertirse en hegemónicos en la Universidad, los medios de comunicación y la política”. Además de esto, aprovecho la ocasión para manifestar su satisfacción de Giorgia Meloni en Italia dado que se convertirá en primera ministra “con un programa electoral y con un mensaje claro y valiente en contra de esos dogmas hegemónicos”.
Conclusión
Tal y como se puede ver, a pesar de que la extrema derecha opera en el marco de los Estados-Nación y realiza constantes críticas a prácticamente todas las organizaciones internacionales, no rehúsa realizar grandes eventos internacionales con ponentes de multitud de países para elaborar una estrategia común y establecer las principales líneas de acción.
Congresos como el del pasado fin de semana son fundamentales para entender la evolución de la extrema derecha mundial, dado que muchas veces sirven como vanguardia ideológica y discursiva de términos e ideas que se trasladan a los territorios incorporando los elementos propios de cada país. Por este motivo, las fuerzas democráticas deben estudiar en profundidad lo que ocurre en estos eventos para tratar de prevenir y anticiparse a las acciones que llevan a cabo los partidos políticos de extrema derecha y los lobbys ultraconservadores en cada Estado.
Evidentemente, las declaraciones de Tamara Falcó con una total falta de respeto hacia el colectivo LGTBIQ+, sin embargo, nos equivocaríamos si consideráramos que el problema es ella y no todo un entramado de una enorme complejidad que es financiado con fondos millonarios y que cuenta con una gran capacidad para difundir sus ideas en muchos de los países más influyentes del mundo. La ultraderecha se está reorganizando y conquistando espacios, con o sin influencers de por medio. Urge seguir fortaleciendo los lazos entre las fuerzas democráticas de todos los países y entre las clases populares de cada territorio que pueden ver en riesgo sus derechos. A la ultraderecha se la combate conscientemente y cada día.
Articulista. Activista por el derecho a la vivienda y los servicios públicos. Convencido de que la lucha contra la ultraderecha es condición de posibilidad para una democracia plena.