El Partido Republicano toma la ventaja en las elecciones intermedias de Estados Unidos
El pasado martes 8 de noviembre tuvieron lugar las elecciones intermedias en Estados Unidos, también llamadas elecciones parciales o elecciones de mitad de período o midterms en inglés. Mediante estas elecciones se nombran gobernadores de 36 estados y los escaños del Congreso y de un tercio del Senado, además de otros cargos públicos menores en ciertas regiones. Actualmente, el Partido Demócrata de Joe Biden tiene 220 asientos de los 435, lo que le da la mayoría en la cámara baja, pues el Partido Republicano tiene 210, mientras que se encuentra en empate en el Senado (con 48 escaños para los demócratas y 2 independientes).
Sin embargo, esta correlación de fuerzas parece estar cambiando. Aunque todavía queda escrutinio, el Partido Republicano ha tomado una clara ventaja en ambas cámaras. Todavía están en disputa los Estados de Nevada, Wisconsin, Arizona, Alaska y Georgia, si bien por el momento los dos primeros se lo llevarán los demócratas y los tres últimos los republicanos, aunque por muy poca diferencia de voto.
Elecciones al Senado: empate técnico
Como sucede con las elecciones presidenciales, la victoria se suele decidir en función de quién se lleve los Estados clave, también llamados Estados bisagra o swing states. Normalmente son seis: Arizona, Georgia, Michigan, Pensilvania y Wisconsin. Sin embargo, a veces se amplía a otros como Nevada.
Con la victoria en Estados clave como California y Pensilvania, y con la ventaja en otros como Arizona, se confirma cierta ventaja por parte de los demócratas, pero han sido derrotados en Florida y Ohio. Así, aunque existe cierto empate técnico, los republicanos podrían hacerse con el control del Senado, si bien los analistas de momento hablan de fuerzas igualadas. Dado que en situación de empate entre fuerzas, la vicepresidenta Kamala Harris (Partido Demócrata) tiene el voto de calidad para el desempate en una votación, los demócratas podrían resistir lo suficiente como para mantener el control de la cámara.
Por otro lado, los seguidores de Donald Trump, los denominados «lista increíble de verdaderos guerreros Maga» por el propio expresidente (por las siglas de su lema de campaña Make America Great Again, MAGA), han demostrado cierto respaldo. Para el Senado, estos son: Herschel Walker (Georgia), Marco Rubio (Florida), JD Vance (Ohio), Mehmet Oz (Pensilvania) y Blake Masters (Arizona). Por el momento, Marco Rubio y JD Vance han ganado el escaño para el Partido Republicano, éste último arrebatando el Estado al Partido Demócrata, si bien Mehmet Oz ha perdido y el resto todavía está en disputa (con ligera ventaja para los demócratas).
El miembro del House Freedom Caucus, el senador republicano Ted Budd, también apoyado por Trump, consiguió su escaño en Carolina del Norte en lo que ha sido un ajustado recuento. El Partido Demócrata había apostado por la figura de la aboga y jueza afrodescendiente Cheri Beasley para hacer frente al Budd, pero no lo consiguió finalmente. En 2020 se quedó a menos de un 1% de conseguirlo contra el republicano Paul Martin Newby.
En Wisconsin, todo indica que ganará el candidato republicano Ron Johnson, conocido por votar en contra de certificar las elecciones de 2020 y difundir información falsa, incluida la sugerencia de que el al asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021 fue realizado por “votantes falsos de Trump”. Sin embargo, solo le separan del candidato demócrata Mandela Barnes un puñado de votos.
Elecciones al Congreso: ventaja del Partido Republicano
En cuanto al Congreso, el resultado parece más claro: el Partido Republicano lleva ganados más escaños que los del Partido Demócrata. Son necesarios 218 para obtener la mayoría absoluta, y todo apunta a que los republicanos conseguirán arrebatar esa ventaja puesto que ya han superado los 200, dejando atrás a los demócratas. Además, han conseguido arrebatar por el momento hasta 10 asientos al Partido Demócrata, mientras que éstos únicamente 4, torciendo claramente la ventaja hacia el también llamado Grand Old Party.
Pese a todo, el Partido Demócrata está resistiendo más de lo esperado y vaticinado por los sondeos. Lo que se auguraba como un «voto castigo» más o menos generalizado a la administración de Joe Biden, se ha traducido en una mejora de resultados de los republicanos por debajo de las expectativas iniciales.
Por otro lado, la mayoría de las candidaturas más extremistas de la derecha estadounidense y cercanas a Trump, que eran cerca de cien, no consiguieron lograr la victoria en el proceso de primarias para presentarse a las elecciones intermedias (ganó 1 de cada 4). Muchas de estas candidaturas tenían relaciones con grupos armados como Oath Keepers, implicados en el asalto al Capitolio. Sin embargo, más de la mitad de los 291 candidatos del Partido Republicano que se han presentado a las elecciones intermedias han negado o cuestionado la victoria de Biden en 2020, dando alas a los bulos sobre el supuesto fraude electoral aireados por Trump, según un análisis de The Washington Post.
Además, la popular activista y demócrata Alexandria Ocasio-Cortez ha conseguido revalidar su escaño en el 14º distrito de la ciudad de News York arrasando por más del 70% de los votos a su rival republicana Tina Forte.
La carrera por la gobernación de los Estados
En cuanto a la elección de la gobernación de los Estados, por el momento ambos partidos han ganado 16 estados cada uno, manteniendo la disputa en Oregón, Nevada, Arizona y Alaska, si bien en los dos primeros lleva ventaja el Partido Demócrata y en los dos últimos el Partido Republicano, lo que implicaría un empate entre ambos. Además, el Partido Republicano ha perdido Massachusetts y Maryland, con lo que los demócratas han obtenido un resultado bastante mejor de lo esperado.
Kari Lake, uno de los favoritos de Donald Trump que se presenta como gobernador en Arizona, se encuentra en plena disputa: con más del 70% del escrutinio, se encuentra a unos pocos miles de votos de su rival demócrata Katie Hobbs, por lo que todavía no se sabe cuál podría ser el resultado. Por otro lado, el republicano y rival de Trump Ron DeSantis, gobernará Florida, ganando al demócrata Charlie Crist por cerca del 60% de los votos.
El Partido Demócrata mantiene también su plaza en el Estado clave de Pensilvania con Josh Spahiro como gobernador, derrotando a Doug Mastriano. En Nevada, todo indica que ganará el candidato republicano Joe Lombardo, superando en un 5% a su rival Steve Sisolak con más del 80% del escrutinio.
Unas elecciones intermedias como barómetro del trumpismo
Estas elecciones intermedias son de vital importancia no solo para medir las fuerzas de ambos partidos, sino también para determinar cómo será la segunda mitad de la legislatura del presidente Joe Biden y cuáles son las posibilidades del trumpismo para regresar a la Casa Blanca. Por un lado, si el Partido Republicano consigue la ventaja suficiente para controlar el Senado y el Congreso, a Biden le augura una difícil época. Y es que la mayoría de senadores y congresistas republicanos, con una polarización extremista cada vez más acusada, no parecen muy dispuestos a llegar a acuerdos con Biden, pudiendo desafiarle incluso a nivel judicial y legal.
Por otro lado, el auge de candidaturas trumpistas podría conducir a una nueva campaña de fake news sobre el resultado de las elecciones y, en base a ello, buscar torcer los resultados y los procesos a su favor. Un informe de United Democracy Center y de Protect Democracy, asociaciones dedicadas a la defensa de la democracia en Estados Unidos, ha advertido de que el Partido Republicano está apoyando reformas electorales que ponen en peligro los procesos electorales.
Este informe asegura que en 2021 se aprobaron al menos 32 leyes en 17 estados que quitan al funcionariado técnico encargado de la supervisión electoral para que se encarguen de ello las legislaturas controladas por el partido. Pero es que, en los primeros siete meses del año 2022, se han presentado al menos 244 proyectos de ley similares, de los cuales 24 se han aprobado ya.
Los expertos de estas asociaciones, entre ellos, Victoria Basseti, la asesora principal de United Democracy Center, aseguran que estas leyes, implementadas especialmente por políticos del Partido Republicano cercanos al ex presidente Donald Trump y que sostienen la teoría de la conspiración de que hubo fraude en las elecciones de 2020 en las que ganó Joe Biden, da herramientas legales para facilitar la anulación de futuros procesos electorales. Es decir, a su juicio, facilita la «subversión electoral».
Los primeros sondeos a pie de urna tampoco han sido muy positivos para Biden y el Partido Demócrata. El electorado parece bastante dividido entre republicanos (35%) y demócratas (34%). Otro factor interesante es que el porcentaje de votantes blancos que han acudido a las elecciones intermedias ha sido mucho más alto que en las elecciones presidenciales de 2020. También ha subido la edad media del electorado, algo que tiende a beneficiar a los candidatos conservadores (el 70% de los votantes que han participado tienen más de 45 años).
Además, la aprobación a la gestión de Joe Biden tiene los bajos índices bastante bajos: el 45% de los estadounidenses aprueba su gobierno, mientras que el 54% lo desaprueba, según las encuestas de The National Election Pool.
Jefe de Redacción de Al Descubierto. Psicólogo especializado en neuropsicología infantil, recursos humanos, educador social y activista, participando en movimientos sociales y abogando por un mundo igualitario, con justicia social y ambiental. Luchando por utopías.