Así es la Plataforma 6F: la extrema derecha intenta apropiarse de las protestas del campo
Mientras agricultores y trabajadores del sector del campo organizan diferentes protestas en España siguiendo la estela de países como Francia o Bélgica, asociaciones y grupúsculos como Plataforma 6F o SOS Rural, o personalidades como Lola Guzmán o Diego Conesa, vinculadas a Vox y que defienden elementos discursivos de la ultraderecha, como responsabilizar a los problemas del sector primario a la Agenda 2030 o los chemtrails.
A apenas cuatro meses de las elecciones europeas, las principales organizaciones agrícolas de España como Unión de Pequeños Agricultores (UPA), la Asociación de Jóvenes Agricultores (ASAJA) y la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), se han sumado al clamor del descontento del sector primario en el seno de la Unión Europea con el ánimo de buscar soluciones a los problemas que sufre el campo, como es la subida del precio del combustible, el escaso margen de beneficio de los agricultores o la negociación del tratado de libre comercio con Mercosur, entre otras cuestiones.
Estas protestas se han planeado manifestaciones, bloqueos de carreteras, concentraciones… y han generado un acalorado debate político. Sin embargo, poco antes de la principal convocatoria realizada por las grandes organizaciones antes citadas, otros colectivos han tratado de apropiarse de las protestas al margen de dichas asociaciones. Se trata de la autodenominada Plataforma 6F, que ha llamado a través de redes sociales y canales de Telegram y WhatsApp a bloquear las carreteras de las principales ciudades españolas poniendo el foco en las políticas del Gobierno de Pedro Sánchez, en la Agenda 2030 y en otras conspiraciones pseudocientíficas.
¿Quién está detrás de la Plataforma 6F?
De la misma manera que hizo la Plataforma Nacional en Defensa del Transporte, liderada por Manuel Hernández y que trató sin éxito de encabezar las protestas del sector del transporte de camiones con una huelga y luego se demostró sus vínculos con la ultraderecha, la Plataforma 6F se presenta como una asociación independiente y apartidista. Sin embargo, su cabeza más visible es Lola Guzmán, una ganadera valenciana vinculada a su vez a la Associació de Llauradors Independents de València (ALIV), que fue militante de Vox y que, aparentemente, abandonó la formación tras desacuerdos con la dirección del partido.
Guzmán aparece en varios vídeos y declaraciones culpando de los problemas del campo a los chemtrails, una teoría de la conspiración que defiende que los gobiernos usan secretamente a los aviones para fumigarnos con productos químicos de control mental y/o para provocar un cambio en el clima; señalando a la Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS); o sosteniendo desinformación pseudocientífica, como la postura antivacunas.
De la misma forma, Guzmán comparte en la asociación espacio con personalidades como Katy Balber, que irrumpió en el Ayuntamiento de Burgos para advertir del peligro de la geoingeniería y de los chemtrails; Victor Viciedo, que en sus publicaciones en redes sociales hace una abierta apología al franquismo; o José Pascual quien, además de presentarse como portavoz de ALIV, también ha presumido abiertamente de su militancia falangista en grupúsculos como Colectivo 33.
Victor Viciedo fue a su vez portavoz de SOS Rural, que en su sitio web aparece como propiedad de Alma Rural, quien comparte teléfono con la Fundación Ingenio, organización que tuvo un problema con sus patrocinadores tras asumir la agenda política de Vox en Murcia y cuyos miembros de la junta directiva, como Natalia Corbalán Romera o Adolfo García Albaladejo (a su vez director de Camposeven) se han presentado también como afines a SOS Rural.
Sin embargo, Alma Rural no parece una asociación apartidista: no solo se manifestaron junto a Vox en 2023, sino que han participado conjuntamente en mesas redondas, reportajes, entrevistas… y, al tenor del análisis realizado por Julián Macías Tovar, de Pandemia Digital, se mueven en el mismo ecosistema de redes sociales, con apoyos mutuos. Por ejemplo, apoyando a la eurodiputada de Vox, Mazaly Aguilar. Otros análisis indican que la Fundación Ingenio podría estar usándose para pagar artículos patrocinados favorables a su discurso.
Sin embargo, quienes más han destacado estos días, además de los nombres antes mencionados, han sido Diego Conesa, quien hubiera sido portavoz de Vox Cartagena, cofundador de un grupo calificado de «secta» llamado Orden Prístina para la Perfección Paradisíaca e impulsor de Ediciones Verdad Absoluta que ha pasado a la fama estos días por un antiguo vídeo donde afirmaba haber consumido sus propias heces.
Otro nombre que ha trascendido ha sido Joaquín (Tatín) Cortés Lucena, que se presenta como coordinador de la Zona Norte de Córdoba del partido liderado por Santiago Abascal, que fue candidato al Senado por Córdoba, y que se ha sumado también a las protestas convocadas por la Plataforma 6F.
Los otros actores de la extrema derecha en el campo
Tras las primeras manifestaciones del campo donde se han podido ver lonas en contra de la Agenda 2030, banderas franquistas y apología a teorías de la conspiración y pseudociencias como las defendidas por la Plataforma 6F, otras personalidades afines al discurso de la ultraderecha no han tardado en aparecer.
Uno de los primeros ha sido Manuel Hernández, citado anteriormente por haber intentado liderar la huelga del sector del transporte de camiones en 2022, quien se ha sumado junto a su asociación, llamando a los transportistas a sumarse a un paro nacional indefinido, la misma reivindicación que buscó en su momento y que resultó en un tremendo fracaso.
También se ha sumado al apoyo a la Plataforma 6F el abogado Xaime da Pena Guitérrez, conocido por financiar la lona que desplegó la empresa de desalojos Desokupa, señalada por sus vínculos con personalidades y organizaciones de corte neonazi y neofascista. Se define como «colaborador de Desokupa» y, de hecho, varios medios se refieren a él coloquialmente como «el abogado de Desokupa». Daniel Esteve, líder de la organización y conocido por su discurso incendiario y que comparte argumentario con Vox, también ha defendido la misma línea que la Plataforma 6F.
A esta mezcla no han faltado otros habituales que se vieron también en las protestas en la calle Ferraz contra la ley de la amnistía: por un lado, Vito Quiles, asociado al canal Estado de Alarma TV (EDATV) de Javier Negre y, por otro lado, Alvise Pérez, ex asesor de Toni Cantó y conocido agitador afín al discurso ultraderechista. Ambos son conocidos también por el uso de bulos, fake news y desinformación tanto a través de redes sociales como a través de canales de Telegram.
Vito Quiles incluso llegó a reconocer en una entrevista realizada en directo en el canal de Twitch de Un Tío Blanco Hetero (UTBH) que mentía para favorecer sus posicionamientos políticos. Por su parte, Alvise Pérez llegó a recibir varias condenas judiciales por la difusión de mentiras, como a Manuela Carmena, José Luis Ábalos o a Ana Pastor.
Así, en España, estos actores junto a políticos y cuentas afines a Vox, han dirigido la protesta, legítima, contra los gobiernos y contra las políticas ecologistas, apareciendo tractores con banderas y lemas ideológicos, discursos contra la UE, incluso algunos símbolos franquistas, apoyándose en teorías pseudocientíficas y en la conspiración y apuntando en la dirección equivocada.
Cuentas que han incluido al propio líder de Vox, Santiago Abascal, a organizaciones afines como el sindicato Solidaridad o al colectivo juvenil Revuelta, así como a otros cargos menores que buscan, en plena caída en los sondeos, de capitalizar el voto rural y, al mismo tiempo, favorecer un discurso favorable a las élites económicas y políticas que contribuyen a fomentar el problema.
No en vano, Vox se abstuvo en la primera votación llamada Ley de la Cadena Alimentaria que impide la venta a pérdidas y, en segunda votación, votó en contra de varias enmiendas y se abstuvo en la mayoría. También apoyaron tratados de libre comercio en la Unión Europea que han perjudicado al campo español. Ambos son ejemplos de reivindicaciones del sector primario que Vox no apoyó en su momento. Además, como han señalado varios analistas, no existe ninguna medida en la Agenda 2030 que perjudique al sector agrario, más bien lo contrario: busca aumentar las inversiones, duplicar la productividad o frenar la volatilidad de los precios, entre otras cuestiones.
Como añadido, el sector ultraderechista que ha tratado de capitalizar estas protestas, han llamado a la realización de acciones en contra de la legalidad, como el corte de carreteras sin seguir los cauces oportunos. Ha sido especialmente polémico cómo, aparentemente azuzados por Alvise Pérez, en una de estas convocatorias, se saltaron el cordón policial para cortar la autovía M40, lo que se tradujo en cargas policiales. Lola Guzmán, el sábado, en una concentración de la asociación de Manuel Hernández, llegó a decirle a los agentes de policía que «os mató poco la ETA» , motivo por el cual ha sido denunciada. Finalmente, este «paro nacional» ha sido finalmente desconvocado.
Unas acciones y unos discursos que, al parecer, no son representativos de las protestas organizadas por las grandes organizaciones agrarias, que fueron convocadas legalmente y empezaron este jueves. Sus propios portavoces han declarado a medios como elDiario.es que la Plataforma 6F o SOS Rural no son representativas del sector primario. En concreto, Andoni García, representante de COAG, ha recalcado que «desde las organizaciones vemos una instrumentalización y lo rechazamos» y que «los partidos […] si quieren apoyarnos lo que tienen que hacer es vehiculizar nuestras soluciones en los parlamentos».
De hecho, las reivindicaciones y acciones sostenidas por estas organizaciones distan de las que se han visto de la mano del sector ultraderechista. Incluso en varias comunidades autónomas, como Euskadi, Andalucía o Castilla y León, las protestas de las organizaciones de agricultores han señalado a grandes superficies y multinacionales como Mercadona, que se aprovechan de los bajos precios del sector primario para ampliar su margen de beneficios y que piden el cumplimiento de la Ley de la Cadena Alimentaria.
La estrategia de la Plataforma 6F: capitalizar el campo para el discurso de Vox
La estrategia de la ultraderecha de capitalizar el campo no es nueva. Aunque en 2015 ya mencionaron algunos de los problemas del sector, a partir de 2019 comenzaron a atacar al ecologismo y a las políticas medioambientales como las principales culpables de estos problemas, llegando a hablar de «ecorregímenes» y señalando a las medidas para paliar el cambio climático y a la Agenda 2030 como chivo expiatorio.
Así, Vox lleva desde entonces apareciendo en las manifestaciones de agricultores y ganaderos hace años, como la de Valencia de 2023. Famosa y polémic afue la fotografía de Santiago Abascal subido a un tractor en las marchas de Murcia de 2020. O las declaraciones de Juan García Gallardo, vicepresidente de Castilla y León, que trató de capitalizar el descontento del sector, lo que se reflejó en el tremendo desastre de la gestión de la crisis de la tuberculosis bovina, donde pudo provocar un grave problema sanitario.
La manipulación de Vox, en este caso del sector ganadero, también se vio en el asalto al ayuntamiento de Lorca cuando el pleno intentó regular las explotaciones de la ganadería intensiva, a pesar de que era una medida pactada con el propio sector agrícola y ganadero.
Así, tal y como sucedió en el sector del transporte, las principales organizaciones del sector del campo, tienen claro que esta polarización que intenta la ultraderecha no solo no es mayoritaria en el campo español, sino que tiene objetivos políticos, no les beneficia y se basa en el empleo de bulos y la desinformación para generar miedo, tal y como han declarado representantes de UPA y de COAG a diferentes medios.
Jefe de Redacción de Al Descubierto. Psicólogo especializado en neuropsicología infantil, recursos humanos, educador social y activista, participando en movimientos sociales y abogando por un mundo igualitario, con justicia social y ambiental. Luchando por utopías.
