Rocío Monasterio abandona Vox tras ser destituida por Santiago Abascal como líder en Madrid
Rocío Monasterio dejó de ser desde este pasado miércoles líder de Vox en Madrid. Hoy jueves, se ha marchado de Vox “dando un portazo” que mostraba el malestar con la decisión, abandonando su acta de diputada y dando un recado a sus superiores.
El líder de Vox, Santiago Abascal, ha tomado la decisión de destituir a Rocío Monasterio como presidenta de Vox en Madrid, solo horas después de que se filtrase en prensa la posibilidad de su sustitución.
Esta fulminantemente destitución por la dirección de Bambú ocurrió tras una acalorada discusión en público entre el eurodiputado Hermann Tersch y el marido de Monasterio y exdirigente de la formación, Iván Espinosa de los Monteros y ha sido interpretada como una represalia por parte de Abascal, en un contexto de abierta confrontación entre facciones de la formación ultraderechista, con el ala liberal de la formación siendo destruida por el ala falangista y ultraconservadora, además de un ajuste de cuentas con los sectores que han cuestionado su liderazgo.
Rocío Monasterio abandona Vox con un portazo
Tras lo ocurrido, Rocío Monasterio ha anunciado su dimisión como diputada tras retirarle la presidencia del partido en la región. La medida fue acompañada por el nombramiento de José Antonio Fúster, un aliado cercano de Abascal, como el nuevo líder regional, lo que precipitó la salida de Monasterio de la política.
A pesar de que se le ofreció continuar como portavoz del grupo parlamentario, posiblemente para menguar el escándalo de su destitución, Monasterio decidió entregar su acta, considerando inviable seguir en una organización cada vez más distante de sus posiciones. La política, de origen cubano, ha defendido una visión más «liberal-conservadora» dentro del partido, en contraste con el ala más ultraconservadora que representa Fúster.
En su comparecencia, Monasterio dejó claro que su decisión no fue solo una cuestión personal, sino también un gesto de integridad. «Me parece lógico y honesto entregar mi acta de diputada», afirmó, lanzando un mensaje nostálgico a los fundadores del partido, cuando, según ella, «el espíritu era limpio«.
Este desenlace llega tras meses de tensiones internas, especialmente después de la salida de su marido, Iván Espinosa de los Monteros, en agosto de 2023. Desde entonces, Monasterio enfrentó varios desplantes de la dirección nacional, incluyendo la falta de apoyo durante la campaña electoral en Madrid.
El detonante final de su destitución: un enfrentamiento en redes sociales
El detonante de la tensión se remonta a una serie de publicaciones en la red social X (antes Twitter), donde Hermann Tertsch criticó a Iván Espinosa de los Monteros en relación con las posturas del partido sobre cuestiones clave, como la votación a favor para gestión de los fondos europeos. Así, Tertsch comparó un «error grave» de la dirección de Vox, que habría permitido el avance de una reforma legal que beneficiaría a antiguos miembros de ETA, con las posturas que Espinosa de los Monteros había defendido anteriormente en temas europeos.
Espinosa de los Monteros, que se distanció de la línea actual del partido y abandonó su cargo hace unos meses, respondió de manera medida, pero contundente, a los ataques de Tertsch. «Vox se equivoca de enemigo. El enemigo lo tenemos delante, no disparéis a los lados», afirmó Espinosa, señalando que las críticas internas solo favorecen a los adversarios políticos.
Esta confrontación pública entre dos figuras de peso dentro del partido fue vista como el último episodio de una serie de desavenencias que vienen creciendo en Vox, especialmente en torno a la estrategia política y el liderazgo de Abascal.
La salida de Monasterio
Rocío Monasterio, una de las figuras más conocidas de Vox, había mantenido una relación cercana con Abascal desde los inicios del partido. No obstante, su destitución ha resaltado las crecientes divisiones internas en la formación, en particular entre aquellos que apoyan una línea más dura y quienes, como Espinosa de los Monteros, han mostrado un enfoque más moderado en ciertos aspectos.
Monasterio tras un momento de silencio, ha hecho declaraciones públicas sobre su destitución, mandando mensajes claros a la cúpula, diciendo que recuerda “a los que estuvimos cuando las cosas eran difíciles, el espíritu era limpio y destacaba el partido por la solvencia de sus integrantes” y aunque su salida representa un golpe significativo para la estructura regional de Vox en Madrid, no es el único cambio reciente dentro del partido. En las últimas semanas, han circulado rumores de que otros veteranos de la formación podrían seguir los pasos de Espinosa de los Monteros y Monasterio, alimentando las especulaciones sobre una crisis de liderazgo y cohesión interna. La realidad es que las crisis en Vox son ya una rutina desde la sonora salida de Macarena Olona en 202.
A pesar de los movimientos recientes, Abascal ha intentado proyectar una imagen de firmeza y unidad, afirmando que las decisiones internas del partido se toman de forma «colectiva» y buscando minimizar el impacto de estas destituciones. Sin embargo, la pugna entre diferentes facciones de Vox parece estar lejos de terminar, si bien parece que la llamada “ala liberal” ha sido derrotada casi al completo.
Con su renuncia, concluye un ciclo marcado por diferencias ideológicas y estratégicas con la dirección de Vox, poniendo fin a su carrera política y anunciando su regreso al ámbito empresarial, que deja muy lejos aquella foto de los cuatro de Vox que marcó el inicio del partido y acaba con la idea del poderoso matrimonio Espinosa-Monasterio.


Director de Al Descubierto. Estudiante de Ciencias Políticas y máster en Política Mediática. Apasionado del estudio y análisis del hecho político, con especial interés en el fenómeno de la extrema derecha, sobre la que llevo formándome desde 2012. Firme defensor de que en política no todo es opinable y los datos, fuentes y teorías de la ciencia social y política deben acompañar cualquier análisis.