Bastión Frontal, el grupo neofascista al que Pablo Iglesias plantó cara
El día 29 de marzo, Pablo Iglesias, el vicepresidente segundo del Gobierno de España, líder de Unidas Podemos y candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid, Pablo Iglesias, viajó a Coslada en la precampaña electoral, para visitar a la Asociación de Vecinos Fleming, un colectivo que había sufrido ataques de grupos neofascistas.
Durante esta visita, cinco jóvenes, vestidos de negro, con estética de skinhead e incluso con simbología fascista en la camiseta, le estaban esperando. Entre saludos fascistas y manos en alto, le espetaron consignas como “fuera casta de nuestros barrios”, tratando de boicotear el acto.
Iglesias se encaró con ellos, tras lo cual, la policía pidió a estas personas que se marcharan, lo que al final hicieron mientras seguían coreando consignas fascistas.
Los jóvenes que intentaron amedrentar sin éxito al todavía vicepresidente y a la comitiva que lo acompañaban no eran unos absolutos desconocidos, sino que pertenecían al grupúsculo neonazi Bastión Frontal. Un colectivo de reciente creación en Madrid que es especialmente activo y que hace abierta apología de ideas de extrema derecha, sobre todo de carácter xenófobo y racista.
La policía les sigue la pista desde su creación, y no es para menos, ya que su objetivo es realizar acciones directas, donde destaca una gran agresividad.
Sus objetivos habituales son menores extranjeros no acompañados (al que la ultraderecha señala bajo las siglas de MENA), colectivos de izquierdas o personas LGTB (especialmente transexuales), mientras realizan labores de ayuda social solo para españoles al estilo Hogar Social Madrid, el grupo neofascista madrileño que tuvo su apogeo en 2018-2019, opacado por la llegada de Vox, y que han copiado otros muchos grupos de carácter ultranacionalista, como Revolutio España o Lo Nuestro.
La Fiscalía, que ya les ha denunciado los ha descrito como una asociación «que tiene como base un extremismo violento identitario de derechas”.
¿Quiénes son los de Bastión Frontal?
Bastión Frontal fue fundado en mayo de 2020 al amparo de la pandemia y el confinamiento, como muchos nuevos grupos de carácter neonazi y neofascista que aprovecharon la situación de crisis provocada por el virus y el auge y blanqueamiento de los nuevos discursos de derecha radical para, o bien aparecer, o bien reactivarse. Es considerado una escisión de Hogar Social Madrid, otro grupo similar con mayor trayectoria, pues está fundado por varios militantes de dicha organización.
Se considera, y así se llaman a sí mismos, un movimiento juvenil, estando formado por jóvenes de entre 15 y 30 años, contando con unos 100 miembros según sus propios organizadores. Esto les ha valido el apodo de “los cachorros”, por parte de otras organizaciones neonazis más veteranas, equiparándose a otros grupos también recién creados como Centro Social y Nacional Salamanca.
Nacen en el barrio madrileño de San Blas. Especialistas en el tema señalan que originalmente son una escisión de “La Vieja Escuela”, un gimnasio donde también nacieron las neofascistas “Juventudes Canillejas”.
Se han beneficiado de la amplia estela de organizaciones neofascistas madrileñas, absorbiendo a gente joven del partido Hogar Social Madrid (hoy en franca decadencia) o La Falange (FE-La Falange), entre otros, pero también incluso con militantes y/o votantes descontentos con Vox.
Dada la juventud de sus integrantes y que en muchos casos es su primera experiencia organizativa, además del amplio apoyo que tienen algunos sus postulados por parte de ciertos discursos, el movimiento está muy activo y motivado. Esto también explica su agresividad, uno de los elementos que destaca la policía de su comportamiento, recordando a los inicios de Hogar Social Madrid o a los Blackflag de Italia.
Cuentan con redes sociales en Facebook, Instagram, Twitter, YouTube y Telegram, si bien su cuenta de Facebook fue borrada por contravenir las normas de dichas plataformas.
La estética de estos grupos se ha renovado, abandonando el aspecto más tradicional de los neonazis, y optando por ropa urbana negra, cómoda, con sus propia simbología o de la marca Helly Hansen (cuyas siglas, HH, recuerdan al saludo nazi “Heil Hitler”) o Stone Island (parecido a la cruz celta, símbolo habitual en los movimientos neonazis). Aunque usan simbología fascista, suelen esconder sus tatuajes y marcas e intentar algunas veces desmarcarse de ella para evitar el escarnio posterior de parte de los medios y de las redes sociales.
Este fue el caso, por ejemplo, de Isabel Peralta, la falangista que se hizo famosa con su discurso contra los judíos y que negó ser de extrema derecha o fascista. Pero que al conectar con ella en una entrevista que le concedió el polémico periodista Javier Negre, se vio una bandera con la esvástica nazi, que la joven corrió a ocultar ante las risas de Negre y las otras personalidades que se conectaron a la entrevista.
De hecho, recientemente en sus redes sociales, Isabel Peralta ha subido un vídeo con Bastión Frontal y ha incluido la cuenta de Instagram de la organización en su propio perfil, lo que hace pensar que forma parte de la organización, convirtiéndose en la personalidad más conocida.
También ha subido una entrevista a su canal de YouTube:
Ideología y creencias
Bastión Frontal no es una organización franquista, sino plenamente neonazi. El movimiento bebe directamente de la organización francesa denominada Bastión Social, una organización juvenil fundada por la asociación estudiantil Groupe Union Défense, de características muy similares, ilegalizada por Francia en 2019 por el empleo de acciones violentas y agresivas.
Y ambas a su vez beben de otras organizaciones neofascistas como son Hogar Social Madrid (noqueada por la aparición de Vox y disuelto entre peleas internas) o la mítica organización neofascista italiana Casa Pound, que ha inspirado a movimientos neofascistas por toda Europa.
Se definen como una organización “nacionalista” en el sentido “del nacionalismo romántico alemán del siglo XIX”, anterior al nazismo, conocido también como ideología o idea volkisch y que constituyó la base del nacionalsocialismo (nazismo) alemán y sostén de la construcción del ultranacionalismo conservador de los años 20 y 30.
En este orden, defienden el derecho “ius sanguinis”, es decir, el derecho aportado por el origen de los padres. Por eso, uno de sus principales objetivos es luchar contra la inmigración, pero considerando “no español” a aquellas personas que, aun habiendo nacido en España, no provengan de al menos una generación nacida en España, un principio que comparten por ejemplo con Revolutio España. Son también antisemitas.
Además rechazan el parlamentarismo, por lo que su objetivo no es conseguir espacio de partido, sino abolir la democracia y la Constitución de 1978: “La España de las autonomías ha promovido los separatismos y, la gestión de esta pandemia ha demostrado que es un desastre”, han llegado a decir. Sobre la veracidad de este objetivo habría que tener en cuenta que muchos de sus miembros ya militan en partidos de inspiración fascista como La Falange.
Como el fascismo clásico, proclaman no ser “ni de izquierdas ni de derechas”, mientras atacan exclusivamente a la izquierda y se nutren de grupos de derecha, a los que a su vez apoyan de manera más o menos sutil o indirecta (aunque muy clara en ocasiones, como se ve en redes sociales) o prácticamente obvian.
Al igual que el nazismo, su crítica a los sectores conservadores es por su tibieza, no por ser sus rivales: “A nosotros Vox no nos representa, aunque podamos compartir algunos de los puntos de su programa; ellos son constitucionalistas y el constitucionalismo promueve la ‘partidocracia’ y no defiende los intereses del pueblo sino los de los partidos”. Esto recuerda al apelativo de “derechita cobarde” agitado por Vox contra el Partido Popular (PP).
Tienen un discurso fuertemente obrerista, reivindicando al trabajador patrio. En este sentido apuestan por un estado fuerte y una sanidad y educación pública, eso sí, solo para españoles.
Como es lo habitual en organizaciones de este tipo, su discurso también tiene como principales objetivos al feminismo y el movimiento LGTB, al que engloban dentro del posmodernismo.
En este orden también son fuertemente anti ecologistas, atacando a las organizaciones ambientales de este tipo y apostando por energías tradicionales.
Modus operandi
Bastión Frontal es un grupo creado para la acción directa en las calles. Sus iniciativas son constantes y públicas, actuando en primera línea contra los que consideran sus rivales.
De manera habitual, suelen utilizar los métodos de caridad social, como las recogidas de alimentos para personas necesitadas, eso sí, solo para familias españolas. Esto se ha convertido en un clásico utilizado por la práctica totalidad del neofascismo extraparlamentario ya sea como movimiento-partidos como Hogar Social Madrid u asociaciones como Españoles en Acción, aunque también partidos con representación como España 2000.
Sus miembros se preparan para el combate cuerpo a cuerpo y entrenan deportes, como fútbol y especialmente boxeo.
Son muy activos en redes, teniendo perfiles tanto en Facebook, Twitter como Instagram, además de en plataformas como Youtube y Telegram. El objetivo es llegar pues al máximo objetivo de público juvenil radicalizado al que sumar a su organización. Por ello las convocatorias de sus acciones suelen ser públicas y muchas de ellas grabadas y difundidas.
Es una constante el uso de los discursos de odio, tanto en redes como en sus proclamas callejeras, especialmente contra la izquierda y contra las personas inmigrantes.
Sus actividades habituales también incluyen las manifestaciones contra sus rivales políticos y los actos de homenaje a sus símbolos políticos.
Mantiene muy buenas relaciones con grupos como Ultras Sur, Frente Atlético, Getafe Nacional Revolucionario o San Blas Crew, con los que comparten acciones, estando muy ligados a la escena de los ultras del fútbol.
En estos grupos es también común que, pese al ruido que puedan realizar, la cantidad de miembros sea considerablemente baja, por lo que muchos participantes de un colectivo suelen estar inscritos en otros y compartir espacios, acciones, membresía e incluso organización.
Acciones destacadas de Bastión Frontal
Como se ha comentado con anterioridad, Bastión Frontal es un grupo muy prolífico en actuaciones directas:
Xenofobia y racismo
La xenofobia es una de sus principales características, siendo los MENA un objetivo prioritario.
El 9 de julio de 2020 realizaron una marcha contra la Casa de Primera Acogida de la Casa de Campo en Madrid. En esta se lanzaron proclamas contra los menores acogidos, actuación por la que la Fiscalía los denunció, lo que no pareció disuadir al grupo:
El 14 de octubre organizaron una nueva marcha cerca del conjunto de pisos donde viven los menores no acompañados.
Un centenar de personas llegaron a los dos pisos tutelados en el barrio de las Rosas. Durante esta nueva protesta se lanzaron consignas como «San Blas será la tumba de los menas» y especialmente coreado para los menores que observaban asustados desde las ventanas «no nos mires, tírate».
El motivo de esta manifestación fue en un ataque de Bastión Frontal realizado el día anterior a un grupo de menores. La organización neonazi suele realizar ataques y batidas para “cazar” a estos menores, pero esta agresión no les salió bien, ya que varios de los jóvenes se defendieron y los asaltantes de extrema derecha salieron heridos. En este ataque hubieron 4 detenidos, uno de ellos uno de los jóvenes extranjeros.
Tras este fracaso, pasaron a un discurso victimista, sobre que habían sido agredidos y que era una respuesta a una supuesta violación realizada por uno de los menores. Por supuesto, esto fue una mentira que desmintió tanto Fiscalía como la Policía Nacional.
LGTBfobia
La lgtbfobia es algo habitual en la organización. Una de sus actividades en este aspecto fue una protesta ante el Ministerio de Igualdad en Madrid por la Ley Trans.
Bajo el lema “¡No existen 2 géneros!¡existen 1489 distintos!” el grupo neofascista ridiculizó la ley, además de hacer declaraciones poco creíbles sobre el tema. En el siguiente tuit, además, utilizan el dibujo de una rata que es a su vez la mascota del fanzine nazi El Cadenazo:
El grupo destacó que mientras «el pueblo se enfrenta» a «cierres», «despidos» y «miseria», desde el Gobierno se «impulsa la nueva Ley Trans», como si las acciones de una parte especifica de un Gobierno impidieran realizar medidas en otro sentido, una retórica habitual para justificar acciones contra los derechos humanos, como cuando se sostiene la premisa de “ayudar primero a los españoles y luego a los de fuera”.
Desde Bastión Frontal acusaron a la ley de “degeneración de la sociedad” y que obedecía a una agenda política destinada a crear una sociedad más sumisa y obediente a las élites, abrazando así las teorías conspirativas de moda en la extrema derecha a nivel internacional y sostenida por partidos como Vox o por personalidades como Donald Trump.
El grupo atacó también la ley diciendo que incluye “tratamientos hormonales a menores” y el fin de los espacios separados por sexo, entre otras declaraciones.
Esta actuación también se engloba dentro del antifeminismo, ya que el ministerio de Igualdad de Irene Montero forma un objetivo al que suelen atacar con asiduidad tanto este como otros grupos derechistas y ultraderechistas
Obras caritativas solo “para españoles”
La acción social solo para españoles es una parte vertebral del neofascismo extraparlamentario desde las últimas dos décadas.
En este sentido, el movimiento ha realizado recogidas de alimentos para personas/familias españoles en Retiro, Pozuelo de Alarcón, San Fernando de Henares y Hortaleza, entre otros.
Dado que la organización ha extendido sus sedes, esta obra social ha llegado tan lejos como a Almendralejo, en Extremadura.
También han realizado obras caritativas de otro espectro, como las recogidas de alimentos y juguetes para perros en beneficio de la asociación Galgo España o entregas de juguetes a los niños del Hospital de Henares por Navidad.
Su apoyo al comercio local y de barrio y al sector de la hostelería también se ha visto en sus redes sociales, una tónica que parecen haber adoptado las organizaciones neofascistas juveniles en un intento de sacar provecho de los ámbitos sociales más afectados por la crisis sanitaria.
Enaltecimiento del fascismo y del ultraderechismo
“Izquierdas, derechas, sois la misma mierda” han coreado los miembros de este grupo en multitud de ocasiones, en el intento de los grupos neofascistas de no ser señalados como extrema derecha. Una estrategia que data del nacimiento del fascismo en los años 20, cuando se definían como “tercera posición” y que, por supuesto, no obedece a la realidad.
Por ejemplo, el grupo ha realizado una visita al Valle de los Caídos en apoyo a la campaña #elvallenosetoca cuando se aprobó la exhumación del dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos.
Junto a las alabanzas al falangista y figura esencial del nacionalsindicalismo de los años 30, Ramiro Ledesma, han alabado a muchas otras figuras profascistas. Un ejemplo es su apoyo a la negacionista alemana Úrsula Haverbeck.
También han alabado a asesinos ultraderechistas recientes, como Kyle Rittenhouse, por el que realizaron una concentración frente a la embajada de Estados Unidos.
Por supuesto, también están radicalmente en contra de los movimientos soberanistas y nacionalistas periféricos, haciendo una defensa a ultranza de la unidad de España.
Ataques al Gobierno de España
El grupo se ha manifestado en constantes ocasiones contra el Gobierno de coalición formado por PSOE y Unidas Podemos y presidido por Pedro Sánchez, pidiendo su dimisión.
Varias de estas actuaciones ocurrieron tras acabar el confinamiento en mayo, donde se unieron a otras manifestaciones alentadas desde la extrema derecha.
El grupo también acudió a la manifestación de Colón, donde PP, Ciudadanos y Vox se realizaron la famosa fotografía donde se les bautizó como “el trío de Colón”.
También han realizado numerosas concentraciones por una sanidad pública (solo para españoles) o por la nacionalización de sectores estratégicos, como la que realizaron el sábado 16 de enero frente a la sede del PSOE.
Estos son solo algunos ejemplos de sus múltiples actividades.
¿Una nueva alternativa para unir al neofascismo?
La aparición de Vox en el panorama político supuso tanto un golpe como un acicate para los grupos de extrema derecha.
Por un lado, visibilizó sus ideas y les consiguió un espacio cultural, pero esto se cobró como víctimas a las organizaciones neofascistas más exitosas, que sucumbieron ante el éxito de Vox.
Hogar Social Madrid estaba en pleno apogeo y pensando en concurrir a las elecciones autonómicas madrileñas cuando apareció Vox y desbarató sus expectativas.
Lo mismo le paso a Plataforma per Catalunya (PxC), que decidió no presentarse a las elecciones autonómicas finalmente, entre otras razones, para maximizar las posibilidades del partido verde, al que se unieron buena parte de sus cargos.
Pero la realidad es que existe una miríada de pequeños partidos fascistas y asociaciones que prefieren métodos más contundentes que los de Vox y sin esconder su simbología, pero están separados por viejas rencillas y el ego de líderes históricos.
Además, ninguno de ellos es lo suficientemente exitoso como para liderar al resto. Pero el espacio electoral existe, lo que está más en duda es si es capaz de tener una masa crítica electoral.
Pero ante una nueva hornada de jóvenes neofascistas capaces de divulgar su mensaje y que ignoran las opciones tradicionales, el neofascismo sin complejos solo necesita una amalgama común para intentar presentarse sin esconderse, o bien servir de alianza al establishment ultraderechista.
El éxito de Vox impide esta opción, que solo restaría fuerza a la extrema derecha, pero no hay que olvidar que los grandes cambios revolucionarios o reaccionarios, tienen en general a la juventud como protagonista. Y Bastión Frontal ya se ha extendido a Extremadura y Sevilla y tiene una efectiva táctica de visibilización, atrayendo la atención del público.
También es importante resaltar el blanqueamiento que ha recibido Bastión Frontal y que a menudo reciben los grupos neofascistas. En este sentido, por ejemplo, el programa de Ana Rosa Quintana ha llamado a esta acción «jarabe democrático», y otros medios se han referido a ellos como «jóvenes manifestantes». Incluso desde la derecha se ha llegado a argumentar que eran antifascistas por el logotipo de la camiseta de uno de ellos. Más tarde, se ha aclarado que este símbolo, aunque similar a la imagen antifascista, es en realidad un símbolo de extrema derecha.
Así, teniendo todos estos factores en cuenta, y ante un posible futuro descenso de Vox, un éxito aislado neofascista o un pegamento capaz de unificar a las distintas corrientes, no sería descartable ver aparecer un nuevo partido neofascista. Y Bastión Frontal podría tener mucho que decir a este respecto.
Director de Al Descubierto. Estudiante de Ciencias Políticas y máster en Política Mediática. Apasionado del estudio y análisis del hecho político, con especial interés en el fenómeno de la extrema derecha, sobre la que llevo formándome desde 2012. Firme defensor de que en política no todo es opinable y los datos, fuentes y teorías de la ciencia social y política deben acompañar cualquier análisis.