Trump imputado por cuarta vez, ahora por intentar manipular las elecciones en Georgia

Un nuevo capítulo legal se abre en la carrera del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, ya que un gran jurado de Georgia ha imputado al exmandatario por intentar manipular los resultados de las elecciones presidenciales de 2020 en ese estado. Esta imputación se suma a las tres anteriores que enfrenta Trump en diferentes jurisdicciones.

Trump se encuentra entre los 19 imputados por esta causa, que también incluye a figuras clave de su entorno, como su ex abogado personal y exalcalde de Nueva York, Rudy Giuliani, y su exjefe de Gabinete, Mark Meadows. La imputación, basada en un documento de acusación de casi 100 páginas, incluye 13 cargos, siendo el principal de ellos la violación de la ley contra organizaciones corruptas de Georgia, un delito que podría conllevar una condena en prisión. Entre los otros cargos se encuentran la solicitud a un cargo público para violar su juramento y conspirar para hacerse pasar por un cargo público.

Proceso legal y detalles de la investigación

La fiscal a cargo del caso, Fani Willis, ha explicado que el gran jurado tomó esta decisión después de examinar información recabada durante dos años y medio por los fiscales encargados de la investigación. La intención de Willis es llevar a juicio a los 19 acusados simultáneamente, aunque no se ha fijado una fecha precisa. Se espera que el juicio tenga lugar en los próximos seis meses.

Se han emitido órdenes de arresto contra todos los imputados y se les ha dado plazo hasta el 25 de agosto para entregarse voluntariamente. Esta imputación en Georgia se suma a otras tres que Trump ha enfrentado este año, relacionadas con cargos como el Caso Stormy Daniels, en el que presuntamente pago en negro a una actriz porno para silenciarla,  el intento de revertir las elecciones de 2020 y el traslado de documentos clasificados de la Casa Blanca a su residencia en Mar-a-Lago tras dejar el cargo.

Como Trump intentó revertir las elecciones en Georgia

El origen de la investigación en Georgia radica en una llamada entre Trump y el secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensperger, en la que se alega que el exmandatario solicitó buscar votos para anular la victoria de Biden. Esta acusación se suma a un patrón de comportamiento que la mayoría de analistas y juristas han calificado como “intentos sistemáticos de revertir los resultados electorales”.

Trump ha negado las acusaciones, tildándolas de infundadas y cuestionando el proceso judicial como suele hacer siempre. Esta nueva imputación ocurre apenas dos semanas después de que un gran jurado en Washington D.C. acusara a Trump de cuatro cargos por intentar revertir el resultado electoral de 2020, un episodio que culminó con la intento golpista del Asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021.

La serie de imputaciones en su contra plantea serios interrogantes sobre el futuro político y legal de Donald Trump, ya que, en caso de ser declarado culpable en alguno de estos casos, podría enfrentar consecuencias legales significativas que le inhabilitarán para cargos políticos, igual que su homólogo brasileño Jair Bolsonaro.

Pese a esto, Trump intenta utilizar todos estos casos en su favor, mostrándose ante los electores como una víctima, estrategia ampliamente utilizada por la extrema derecha, la victimización.

Gracias a estas imputaciones ha conseguido reunir al Partido Republicano a su alrededor de nuevo, laminar a los críticos y obtener eco mediático. De hecho, ha obtenido una ventaja contra el gobernador Ron DeSantis, quién ha caído en las encuestas para las primarias republicanas y cada vez se ha vuelto más hostil con Trump.

La mayoría de las encuestas sitúan a Donald Trump en empate técnico con Joe Biden.