Actualidad

La ultraderecha pierde la mayoría en Polonia y será desalojada del poder tras 8 años

En las últimas elecciones en Polonia, el panorama político experimentó un cambio tectónico. Los resultados han abierto la puerta al regreso de Donald Tusk, un veterano liberal, al poder en Polonia, miembro de la facción más moderada del Partido Popular Europeo. Con el escrutinio completo, los partidos de la oposición que respaldan a Tusk han obtenido una mayoría de más del 50% de los votos, marcando el fin de un periodo de gobierno ultraconservador liderado por la formación nacionalista Ley y Justicia (PiS).

El retorno de Tusk al liderazgo polaco no solo es significativo a nivel nacional, sino que también tiene profundas implicaciones para Europa. Durante los últimos ocho años, Polonia ha enfrentado tensiones constantes con Bruselas debido al deterioro del Estado de derecho, el control partidista de los medios públicos y los intentos de influir en el sistema judicial, amén de la perdida de derechos sociales para muchos colectivos.

La llegada de Tusk, un ex primer ministro y presidente del Consejo Europeo, enfrenta el desafío de forjar un gobierno viable, restablecer los lazos con la Unión Europea y calmar la radicalización política del país.

Los datos revelan una imagen clara: el PiS, liderado por el viceprimer ministro Jaroslaw Kaczynski, obtuvo el 35.4% de los votos, mientras que la Coalición Cívica (KO), encabezada por el partido de Tusk, Plataforma Cívica (PO), alcanzó el 30.7%. Dos partidos adicionales, Tercera Vía (una coalición del centrista Polonia 2050 y del Partido del Pueblo Polaco) y la izquierdista Lewica, lograron el 14.4% y el 8.4% respectivamente. En conjunto, los partidos que apoyan a Tusk suman un sólido 53.5% de los votos, lo que indica un fuerte respaldo popular a su liderazgo. La Confederación, un partido de ultraderecha de carácter libertariano que habría podido respaldar al PiS, solo obtuvo el 7.2% de los votos, mostrando una disminución significativa en su apoyo público. Estos resultados han llevado a un escenario donde, aunque el PiS sea el partido más votado, no tiene suficiente respaldo parlamentario para formar un gobierno por sí mismo.

Las mujeres y los jóvenes toman las urnas

El proceso político que sigue es crucial. Se abre un período de 30 días para la apertura de la nueva legislatura en el Sejm, la cámara baja del Parlamento polaco. Después de esto, el presidente de la república, Andrzej Duda, tendrá 14 días para encargar la formación de gobierno a un candidato a primer ministro. Duda, aunque no tiene afiliación partidista debido a su cargo como jefe de Estado, ha indicado que otorgará el encargo a la fuerza más votada, siguiendo la Constitución y la tradición (si bien Duda ha sido calificado como una extensión del PiS y la mayoría de sus pronunciamientos han ido en esa dirección). Esto implica que probablemente se le encargará a Ley y Justicia, aunque no tengan una mayoría clara, lo que podría desencadenar un proceso prolongado de negociaciones y cambios de candidatos para la investidura.

El aumento notable en la participación electoral, alcanzando un histórico 72.9% de los electores, subraya la importancia que los ciudadanos otorgan a estas elecciones. Este alto nivel de participación ha sido especialmente notable entre los jóvenes y las mujeres jóvenes. Polonia ha estado en el centro de las preocupaciones internacionales debido a su estricta legislación antiaborto, y durante la campaña, Tusk prometió liberalizar el acceso al aborto, un compromiso que ha resonado particularmente entre las mujeres jóvenes.

Esta legislación ha costado la vida a al menos dos mujeres, al el aborto cuando el feto ya no era viable por el miedo de los médicos a las consecuencias legales de las restrictivas leyes y creado multitud de manifestaciones de mujeres. Los jóvenes por su parte se han alejado del PiS y de la Iglesia Católica polaca. La sociedad ha visto una férrea unión entre ambas entidades, lo cual ha causado desafección, al convertirse la Iglesia, una institución realmente sagrada en Polonia, en parte del juego partidista y obtener suculentas ventajas políticas.

Además, en 2019 explotaron los casos de pedofilia en la Iglesia católica polaca, gracias al documental «No se lo digas a Nadie». El PiS no solo no los reconoció si no que culpó a las personas LGTBI+, lanzado una enorme campaña contra ellos. Este relato funcionó principalmente con sus electores, convirtiendo a Polonia en el peor país para ser LGTBI+ y teniendo una política totalmente diferente al resto de la UE.

Es notable el fracaso de la guerra cultural del PiS, siendo los jóvenes un colectivo que les ha abandonado y donde han sido quinta fuerza con un 14,9% de los votos.

Polonia, la soledad de Víctor Orbán y el golpe para la ultraderecha

Uno de los desafíos más significativos que enfrentará Tusk es la restauración de las relaciones entre Polonia y la Unión Europea. Durante su mandato como presidente del Consejo Europeo, Tusk desarrolló una comprensión profunda de la maquinaria de la UE y estableció relaciones sólidas con líderes europeos. Ahora, como potencial primer ministro, su experiencia podría dar a Polonia un mayor peso en las negociaciones de la UE y fortalecer su posición en cuestiones clave como la distribución de fondos europeos, particularmente los fondos de compensación postpandemia que Bruselas había congelado debido a preocupaciones sobre la deriva del gobierno polaco.

Además, la relación de Polonia con Hungría, especialmente en lo que respecta al líder ultraconservador Víctor Orbán, también podría cambiar drásticamente. Tusk ha expresado desconfianza hacia los vínculos de Orbán con Rusia, lo que sugiere un posible alejamiento de la política exterior coordinada que ha caracterizado la relación entre Polonia y Hungría en los últimos años (si bien está posición había cambiado con la llegada de la Guerra de Ucrania y el choque de posiciones de ambos países atlantismo vs rusófilos). Es importante tener en cuenta que la posición de Polonia en el conflicto en Ucrania también podría evolucionar con el nuevo liderazgo. Aunque el gobierno polaco ha respaldado firmemente a Ucrania desde el inicio de la invasión rusa en 2022, algunas medidas, como las restricciones a la entrada de cereal ucraniano y el anuncio del fin de los envíos de armas a Ucrania, han generado gran controversia y confusión.

Víctor Orbán ha confiado buena parte de su estrategia al apoyo sin fisuras de Polonia. Este apoyo le ha permitido ser intocable en la UE, al tener un socio que impedía la necesaria unanimidad para condenarle. La caída de los ultras de Polonia cambia esto. Es verdad que ahora Hungría podría contar con el apoyo de Italia, pero este apoyo no es tan seguro. Giorgia Meloni se ha ido distanciado de los aliados más ultras en busca del apoyo del Partido Popular Europeo, máxime en un momento donde Silvio Berlusconi ha fallecido y Matteo Salvini busca reforzar su alianza con el postfascismo de Marine Le Pen. Si Meloni no se erige en su defensor, finalmente la UE podrá aplicar políticas para devolver al país a la senda de los derechos humanos e impedir su deriva hacia un autoritarismo (democracia iliberal), que el país está recorriendo de manera firme.

La derrota de la ultraderecha polaca es una derrota sin paliativos de la extrema derecha internacional, que ha perdido su país más importante en la UE. Esto representa un golpe enorme para Vox, quién pierde a su mayor aliado internacional y uno de sus principales referentes junto a Víctor Orbán. Los derechos humanos ganan hoy frente al avance autoritario.

La ultraderecha pierde la mayoría en Polonia y el país gira al europeísmo9

Juan Francisco Albert

Director de Al Descubierto. Estudiante de Ciencias Políticas y máster en Política Mediática. Apasionado del estudio y análisis del hecho político, con especial interés en el fenómeno de la extrema derecha, sobre la que llevo formándome desde 2012. Firme defensor de que en política no todo es opinable y los datos, fuentes y teorías de la ciencia social y política deben acompañar cualquier análisis.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *